México Insurgente

Esta claro, que la vida siempre ha sido y será dificil y dura. Tal y como dice el joshi (esto se lo dedico a Txema); "Las vueltas que da la vida, el destino se burla de ti".
Este, es uno de los males vitales mas universales en nuestro entorno y tiempo; aunque obviamente no viene a ser el único (solo es el que mas en mente tengo ahora mismo).

Pues bien, no hacemos mas que quejarnos continuamente de vicio. Debería darnos vergüenza, porque nuestra vida, es un camino tapizado de rosas en comparación a lo que podía haber sido.


La revolución mexicana (1910) es la primera gran revolución del siglo XX. Su gran grito, era "tierra para los pobres", pero tal y como era de esperar en el género humano en la práctica ese grito se convirtió en un "te voy a sacar los ojos y despedazarte vivo; mientras estarás deseando que simplemente te hubiera fusilado" a lo que además se añadía un "ja, ja, ja" y un comentario.. "oh! que gran matador!"

No obstante, como en todo colectivo humano, había gente mas idealista que otra, pero en general podemos decir de los revolucionarios mexicanos, que eran valientes, desorganizados, y enrudecidos por las condiciones de vida y por la guerra.

Las filas revolucionarias (constitucionalistas, y maderistas)estaban comandadas por Pancho Villa en el norte, y por Emiliano Zapata en el sur.
Su lucha, carecía totalmente de alguna estrategia, que no fuera la rápidez de movimiento, para coger por sorpresa al enemigo (federales y huertistas). Cuando se lanzaban a la batalla, eran hombres individuales, dispuestos a luchar hasta con las uñas (cosa que incluso hacian porque eran gente muy pobre, y en la inmensidad de México, el abastecimiento de provisiones, y cartuchos etc no siempre era posible; observese en la foto de la derecha, un soldado calzado con una bota y una sandalia, y otro con sandalias).

John Reed, era un periodista norte américano, de ideas procomunistas (esta enterrado en la plaza roja)que fue enviado al frente durante la revolución mexicana como corresponsal de guerra. Sus ideas, y la situación en la que se hallaba inmerso (de gran dificultad para mantener el pellejo intacto)le llevaron a implicarse con los revolucionarios, llegando a exceder sus tareas de cubrir los acontecimientos, y soltando su cámara para coger un fusil.

Sin embargo, John, nunca deja de ser periodista, y entre batalla y batalla, hace preguntas, con las que obtiene testimonios bien curiosos y sobrecogedores.
(A la derecha vemos a Pancho Villa [izda] y otros miembros del ejercito posando antes de la toma de Ciudad Juárez)

Hablando de los revolucionarios con un pacífico (peones que no tomaron las armas, y continuaban durante la guerra cultivando la tierra y cuidando el ganado)..
-¿Por qué no pelean los pacíficos?
-Ellos no nos necesitan ahora. No tienen rifles ni caballos para nosotros.Están ganando. ¿Quien los alimentaría si nosotros no sembramos? No señor. Pero si la revolución pierde, entonces, no habrá mas pacíficos. Nos levantaremos con nuestros cuchillos y nuestros látigos. ¡La revolución no puede perder!

(a la izquierda Emiliano Zapata, comandante de la revolución desde el sur)

Estando en un campamento, llega un hombre herido en la cabeza; el doctor le corta el pelo alrededor de la herida, hurgando con las tijeras sin miramiento alguno, y la quema introduciendo una astilla al rojo hasta lo mas hondo. El paciente se desmaya y el doctor dice:
-Estos peones ignorantes no tienen valor. Es la inteligencia la que hace alma.¿no?
Cuando el peón vuelve en si, le pregunta:
-¿Eres soldado?. El hombre, sonriendo dulcemente, dice:
-No señor, yo soy unicamente un pacífico; vivo en Canutillo, donde mi casa esta a sus órdenes.

Estando camino del frente, y asignado a una compañía, entabla conversción abierta con su capitán y el resto de los hombres. El capitán dandole unas palmaditas en la espalda, le dice:
-Ahora estas entre hombres. Cuando ganemos la revolución, este será un gobierno de hombres, no de ricos. Vamos caminando sobre las tierras de los hombres. Antes pertenecian a los ricos, pero ahora pertenecen a mi y a los compañeros.
-¿y ustedes serán el ejército? pregunta John
-Cuando la revolución haya triunfado, no habrá ejercito. estamos cansados de los ejércitos.
-¿Y por qué pelean ustedes?
-Porque asi no tenemos que trabajar en las minas, dice uno.
-Estamos peleando peleando para reponer a Francisco I Madero en la presidencia, dice otro.
-Estamos luchando por la libertad, dice otro.
-¿Que quieres decir por libertad? pregunta John
-¡Libertad es que yo puedo hacer lo que quiera!
-Pero supon que eso perjudique a alguien.
-¡El respeto al derecho ajeno es la paz! (frase hecha, sentnecia de Benito Juárez)
John escribe: me sorprendió este concepto de libertad en un mestizo descalzo.
-¿Hay guerra ahora en estados unidos? pregunta uno
-No-miente john.
-¿No? ¿Como pasan el tiempo entonces?

Dando una idea de la tropa, John cuenta... Panchito tenía once años de edad y ya era soldado, con un rifle demasiado pesado para el y un caballo al que tenian que subirlo para montar. Victoriano, era su compadre, un veterano de catorce años. Otros siete de la tropa eran menores de diecisiete años. Tambien iba una mujer, de cara indigena; soldadera como la de la foto.
-¿Por qué peleas? le pregunta John
ella haciendo un movimiento de cabeza hacia su capitán dice:
-Porque el lo hace, y quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.

(El pueblo entero pudo ver el cadáver de Emiliano Zapata, que fué acribillado el 10 de diciembre de 1919 en la hacienda Chinameca)

Un soldado, lee en alto, un decreto del gobernador de Durango, sentneciando para siempre a las tierras de las grandes haciendas a ser divididas entre los pobres.
Considerando que el principal motivo de descontento entre el pueblo de nuestro estado, que le obligó a levantarse en Armas en 1910, fue la falta absoluta de propiedad individual; y que las clases rurales no tienen medios de subsistencia al presente, ni ninguna esperanza para el futuro, excepto la de servir como peones en las haciendas de los grandes terratenientes, que han monopolizado la tierra del estado (...)

Considerando que la fuente principal de nuestra riqueza nacional es la agricultura, y que no puede haber verdadero progreso en esta sin que la mayoría de los agricultores tengan un interés personal en hacer producir la tierra(...)

Considerando finalmente que los pueblos rurales han sido reducidos a la mas honda miseria, porque las tierras comunales que poseían han ido a aumentar las tierras de las haciendas mas cercanas, especialmente bajo la dictadura de Porfiri Díaz; con lo cual han perdido su independencia económica, política y sociqal los habitantes del estado, pasando del rango de ciudadanos al de esclavos, sin que el gobierno sea capaz de elevar el nivel moral por la educación, porque la hacienda donde ellos viven, es propiedad privada(..)

El gobierno del estado de Durango declara una necesidad pública que los habitantes de las ciudades y los pueblos sean los poseedores de las tierras agrícolas(...)

-Eso-dijo un soldado-es la revolución mexicana.
-Es esactamente lo que Villa esta haciendo en Chihuahua-dijo John-.Es Grandioso: ahora todos ustedes, compañeros pueden poseer una granja.
-Ninguno de nosotros-dijo un hombre-, ni los soldados, despues que una revolución ha triunfado, quiere mas soldados; serán los pacíficos los que obtengan la tierra, los que no pelaron.Y la proxima generación....Yo era maestro de escuela, de modo que se que las revoluciones, como las repúblicas son ingratas. Yo he peleado tres años. Al fin de la primera revolución, ese gran hombre, el padre madero, invitó a sus soldados a la capital. Nos dio ropas, alimentos y corridas de toros. Volvimos a nuestros hogares, y nos encontramos a los insaciables otra vez en el poder. No, no son los soldados rasos los aprovechados de la revolución.¿Los oficiales?,si; algunos engordan con la sangre de la patria. Pero nosotros, no.
-¿Y porque diablos pelean ustedes entonces? pregunta exasperado John.
-Yo tengo dos hijos pequeños-contesta el maestro-.Ellos tendrían su tierra.
-Yo no tengo ningún hijo pequeño-dijo uno de catorce años-peleo para conseguir un rifle 30-30 de algún federal muerto y un buen caballo de algún millonario
-Yo peleo porque esto no es tan duro como trabajar.
-¿Y cada cuanto les pagan a ustedes?-pregunta john
-Se nos pagaron tres pesos hizo justamente nueve meses esta noche.


Asi puede llegar a ser la vida amigos. Creo que no tenemos de que quejarnos, excepto de que por vivir como vivimos, condenamos a otros a vivir como ni en nuestras peores pesadillas lo imaginariamos para nosotros. Da que pensar ¿no?



Muxus y abrazos según corresponda